Ayer publicamos la primera entrega de consejos para prepararnos para las pruebas finales de inglés. Hoy continuamos con esta serie, aportando una lista de consejos que te ayudarán a prepararte para los exámenes finales.
Hoy aprovechamos las líneas de este hilo del blog, para aconsejarte sobre la prueba escrita (Writing):
Depende de cada persona, pero puede suponer el primer y más importante de los obstáculos a los que nos enfrentaremos a la hora de superar los exámenes finales. La parte escrita define en gran medida los conocimientos adquiridos, por ello es importante dominar muy bien el contenido, aunque para ello tengamos que repasar nuestros apuntes desde el principio. También sería muy aconsejable que durante este repaso, aprovechemos para realizar ejercicios relacionados con el tema.
Recuerda en todo momento que estamos realizando una prueba escrita por la que nos van a puntuar. En estos casos no conviene para nada rizar el rizo, sino todo lo contrario, intentar ser lo más resolutivo y escueto posible, y contestar únicamente a aquello que se te pregunten de una forma correcta. Alargar la respuesta nunca te subirá la nota, sin embargo si en esa ampliación innecesaria a la hora de responder, cometemos una falta, sí que puede restarnos puntos. Por lo tanto un examen escrito (Writing) intenta ser lo más claro y breve posible. Es más importante contestar de forma breve muchas preguntas, a contestar de forma extendida un solo de los ejercicios planteados.
Además recuerda que el examinador, tendrá sobre la mesa otros muchos exámenes de otros compañeros, y agradecerá la sencillez frente a la complejidad.
En un examen escrito no se puntúa la velocidad, ten este consejo siempre presente. En un examen escrito se puntúa la resolución, por lo que la calidad se impone a la cantidad y a la rapidez. Ningún profesor tendrá en cuenta si tu examen lo hiciste en veinte minutos, o en una hora. Este consejo, unido al anterior, nos permitirá tener tiempo más que suficiente para leer muy bien que es lo que nos están preguntando, para contestar de forma resolutiva e incluso para repasar el examen.
Lee muy bien los enunciados. Dibuja mentalmente la respuesta antes de plasmarla sobre el papel, pues trazar en tu mente la estructura de las oraciones, es el 50% del éxito en la nota. No pierdas tiempo al principio en contestar aquellas preguntas que te generan dudas, déjalas para el final. Aprovecha al máximo el tiempo que te dan, hasta el último minuto. No entregues tu examen si no es necesario hasta el final y repasa, asegurándote que has leído bien la pregunta y de que la respuesta es la correcta.
Ten presente el reloj pero sin obsesionarte, es decir, controla tu tiempo y no dejes que el tiempo te controle a ti. Recuerda que es una prueba final escrita en inglés y no una competición de Fórmula 1.
Ayer hablábamos de la importancia del estado emocional a la hora de afrontar un examen. Hoy aprovechamos estas líneas para hablar también del estado físico.
Por hacer un símil, nuestro cerebro funciona como una gran computadora, y a mayor sobrecarga, mayor lentitud de respuesta. Es muy importante haber descansado muy bien y estar bien alimentado, y con esto, no quiero decir comer mucho, pero tampoco poco. Nuestro cuerpo funciona con la energía que nos aportan los alimentos, el no haberse alimentado correctamente antes de realizar una prueba mental tan importante, como es un examen, hará que nuestro cerebro reaccione con mayor lentitud y bloqueo. Por el contrario, el exceso tampoco es bueno, pues las digestiones pesadas harán que nuestro cuerpo dedique gran parte de su energía para hacer la digestión y no a nuestro cerebro.
Es muy importante dormir bien la noche anterior, pues continuando con el símil de esa gran computadora, que es nuestro cerebro, se podría definir el descanso al dormir, como el reinicio de nuestro sistema y la eliminación de la memoria cache que ralentiza las aplicaciones. Es decir, pasamos del internet a baja velocidad a la fibra óptica.
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